lunes, 7 de diciembre de 2009

2 de Octubre del 2009

“La sangre pisoteada de cientos de estudiantes, hombres, mujeres, niños, soldados y ancianos se ha secado en la tierra de Tlatelolco. Por ahora la sangre ha vuelto al lugar de su quietud. Más tarde brotarán las flores entre las ruinas y entre los sepulcros.” - Elena Poniatowska

15: 50 horas y los estudiantes del Instituto Politécnico Nacional empiezan a movilizarse para marchar en las calles que rodean a la Plaza de las Tres Culturas. En ella no hay multitudes, sólo grupos dispersos. En el centro norte de la plaza unos cinco estudiantes empiezan a tirarse al suelo, al levantar la mirada se observa otro grupo de estudiantes cargando rifles de plástico; escenifican la matanza del 68 y un pequeño grupo de personas se reúne alrededor después de entender de que se trata. Frente a la placa que contiene los nombres de algunos de los que murieron aquel 2 de Octubre, un señor de como cuarenta años con cerca de treinta personas a su alrededor grita un discurso en contra de la dependencia que tenemos hacia Estados Unidos y demanda que regresemos a nuestras raíces. En el lado Este de la plaza se aglomera un grupo de estudiantes de la Universidad Municipal de Ecatepec (UNIME), ellos cantan porras a si mismos. Al pie de la iglesia hecha de las piedras de las pirámides de Tlatelolco, un grupo de jóvenes prende fuego, se escucha a una señora gritar “caray, ya me imagino como terminará esta marcha”, este evento reúne al mayor numero de personas. Al mismo tiempo se venden paliacates del Che Guevara y del EZLN; documentales del 68 y otros movimientos sociales; hay carritos que venden sincronizadas a 4 por 10, hot dogs a 3 por 15 y ¡tacos a 8 por 10!, también cigarros, chicles, chocolates, aguas y refrescos. Y en lo ni tan oscurito también se consume marihuana y cerveza en caguamas.

Hay tiempo para la contemplación de lo poco que queda de las hermosas ruinas prehispánicas, falta bastante para que la gente se organice y la marcha comience. Un señor se acerca a una joven de veinticuatro años y le pregunta si había nacido cuando ocurrió la matanza del 68, ella responde que no, él le pregunta por qué vino, ella le responde que el movimiento del 68 se le hace muy importante y que es la primera vez que participa en la marcha. Después de un breve silencio él le dice que hace un mes salió de la cárcel por la movilización del 68, que vino a recordar, se le ponen los ojos llorosos y dice que lo que más le impacta es que en la placa de muertos esta su nombre, casi inmediatamente se despide diciendo ¡buena suerte compañera! Y se aleja de la plaza como un fantasma. La joven se queda entre incrédula y conmovida, ni siquiera intercambiaron nombres.

En el cruce de Ricardo Flores Magón y Eje Central se comienza a organizar la marcha. Desde varios grupos y un camión con altavoz se hacen distintas peticiones: ¡La libertad inmediata de Ramses Villareal Gómez!, ¡No a la privatización ni a la reducción del presupuesto educativo!, ¡Acabar con la dominación y el saqueo imperialista!, ¡No al impuesto de 2% del presidente espurio!, ¡No al golpe de estado en Honduras!, ¡Justicia a Lucia Morett!, ¡Muera el estado, viva la anarquía!, ¡Alto a la represión y militarización! ¡2 DE OCTUBRE, NO SE OLVIDA! Al mismo tiempo se escucha el apasionado ¡Goya, Goya…!, ni un poco menos entusiasta que en el estadio olímpico universitario y también porras como ¡El que no brinque es joto! cantadas por grupos de preparatorianos abrazados y amontonados.

16: 40 hrs. y los estudiantes son mandados por delante a marchar, ¿será por que son los más rudos para abrir paso?, o por mera cortesía de las organizaciones sociales y sindicales. En la marcha se sigue gritando, se sigue reclamando, se sigue pidiendo. En ella se conjuntan diferentes peinados y vestimentas extravagantes, piercings en mil lugares, anteojos de intelectuales, botas de soldado, tambores al ritmo de música de Bob Marley…darketos, rockeros, hippies, punketos, grafiteros, individuos perdidos…estudiantes y maestros de la UNAM, del Poli, UAM, Chapingo, Colegio de Bachilleres…organizaciones sociales como HIJOS y Madres de Juárez luchan por justicia, los sindicatos electricista y universitario, etc. Hay talvez también infiltrados, disidentes, porros…grilleros subversivos. Tanta gente, tanta juventud, tanta energía…Cada grupo corre al entrar al túnel que pasa bajo la calle de Reforma asustando al par de desorientados que no saben a que se debe la estampida; se crea un eco impresionante con sus exclamaciones. Varios muchachos transforman los muros que envuelven el túnel de Eje Central con sus numerosos graffiti, algunos dicen “Viva la revolución” o “Muera la burguesía”, otros son garabatos ininteligibles o talvez firmas o identificaciones personales. Se prenden un par de antorchas pero entre ellas destaca una en mano de un señor con finta de brujo o chaman que la apaga con un par de soplidos para hacer notar que es una especie de olla que contiene copal y nos baña con su incienso, ¡ah!, y el sujeto anda en patines. Al salir del túnel, la calle esta completamente rodeada de espectadores que no ofrecen ningún tipo de apoyo, solo parecen intrigados y curiosos, un par descalifican la marcha… ¿Será por tanto grito?, tantas peticiones, tantas ideas, tantas voces perdidas.

Unos metros después, antes de llegar a la Plaza Garibaldi, las aceras comienzan a estar repletas de granaderos pero la marcha sigue, de repente se les canta: “No seas ingenuo, a ti también te oprimen” o “Nosotros estudiamos para no terminar de policías”. No hay mayor problema hasta que se llega a la altura de Bellas Artes y el paso a la calle de Francisco I. Madero es bloqueado para inhabilitar la entrada al Zócalo de la Ciudad de México. Empieza la confrontación; extrañamente, provienen botellas del otro lado de la marcha, detrás de los granaderos, la mayoría son de plástico, pero no todas. De pronto alguien grita: “Compañeros, cubran sus caras, echaron gas”, unos segundos después una segunda voz: “No, compañeros, taparse la cara solo empeora el ardor”. No importa, arden caras, ojos, gargantas; algunos muchachos se echan coca-cola en la cara de la desesperación. Finalmente, se abre el paso y la marcha continua.

Al llegar al Zócalo se siente la misma dispersión que en Tlatelolco, diferentes grupos gritan diferentes cosas. La firmeza y unión del movimiento del 68 no esta presente, los miles que marcharon se sienten como cientos. No se puede menospreciar la intención de la mayoría, la conmemoración del 2 de Octubre. Sus diversas peticiones son legítimas y necesarias y convergen en varios puntos. Dos camiones con altavoces intentan homogenizar un discurso, algunos de los que llenan la mitad del Zócalo escuchan, pero varios se alejan a la estación Pino Suárez que es la más cercana abierta.

¿Cuándo será la siguiente marcha, hasta el siguiente 2 de Octubre acostumbrado? ¿De qué servirá? ¿Se olvidará durante el resto del año que hay muchas razones comunes por las cuales luchar y disentir? Se dice que los mexicanos no tenemos muy buena memoria, se olvidan las injusticias, se olvidan las matanzas, se olvidan los malos gobiernos…

19:35 hrs. La euforia y los ideales se van a apagando, los granaderos suben a camiones y se alejan del centro histórico. Pasan las horas y ¿la lucha sigue? ¿El 2 de Octubre no se olvida?


“Ya vio que vamos unidos estudiantes con el pueblo, contra un sistema corrupto y la falacia de un gobierno. Piras de muertos y heridos sólo por una protesta, el pueblo llora su angustia y el gobierno tiene fiesta.” – Corrido del 2 de Octubre

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