dubai1990
Dubai en 1990

dubai2003
Misma calle en 2003

Dubai, uno de los siete emiratos, se ha vuelto famoso en los últimos años por sus rascacielos e islas artificiales. Se ha convertido también, en un centro financiero de envergadura mundial gracias a sus grandes proyectos de urbanización y turismo. Esta urbe ha crecido de una manera impresionante en los últimos quince años para convertirse en un parque de diversiones que evoca a un medio oriente manufacturado, una ciudad de clase mundial y una utopía global. Sin embargo, parece que las consecuencias ambientales y sociales de este crecimiento acelerado no han sido tomadas en cuenta.

Para darnos una idea de la velocidad de su crecimiento basta conocer un par de hechos:
- Dubai posee 25% de las grúas de construcción del mundo.
- Su línea costera pronto será el desarrollo urbano más grande del mundo.
- En esta región se encuentran las más grandes islas artificiales del mundo. Ellas forman un centro turístico con 2000 villas, 40 hoteles del lujo, centros comerciales, etc., en donde se podrá tener una población de 500,000 personas.
- En Dubai se encuentra el hotel y edificio más alto del mundo (tres veces más alto que el Empire State), considerado el único siete estrellas y el más lujoso. También se encuentra el primer hotel bajo agua, construido en su totalidad en Alemania y montado en Dubai.
- Dubailand será un parque de diversiones del doble del tamaño del Walt Disney World Resort en Orlando, Florida. Será construido en 3 billones de pies cuadrados a un precio estimado de 20 billones de dólares para satisfacer una clientela de 200,000 visitantes diarios.
- El mall más grande del mundo, con más de 9 millones de pies cuadrados y alrededor de mil tiendas se terminó de construir en el 2008.
- El sistema de metro y aeropuerto al ser terminados serán los más grandes del mundo.
- Desde un punto de vista ecológico, el hecho que más nos impactará es que en Dubai podemos encontrar el ski resort bajo techo más grande del mundo en medio de una zona desértica y bastante caliente.

La realidad es que esta ciudad dedicada a romper record Guinness es una metrópoli vista como un mercado de consumismo en donde hay cantidades inmensas de especulación y flujo de dinero; una urbe llena de paisajes de exceso y por tanto insostenible desde un punto de vista ambiental. La construcción de islas artificiales, por ejemplo, son una gran preocupación para la ecología marina. El trabajo de construcción ha dejado aguas lamosas en lugar de las cristalinas que existían en el área hace veinte años; varias especies peligran extinción, entre ellos los corales marinos; actualmente hay hasta seis centímetros de sedimento; las playas se erosionan con el cambio de corrientes naturales; y la lista sigue, sin mencionar que el calentamiento global podrá fácilmente cubrir estas islas en unos años si el mar sube su nivel como se ha previsto. Se dice que se han hecho esfuerzos por aliviar estos daños contratando biólogos marinos para monitorear y rehabilitar el área, sin embargo, es dudoso que se examine el problema de una manera objetiva ya que el manejo de esta reserva marina, la segunda con más diversidad en el mundo, no esta a cargo de la municipalidad de Dubai sino de la desarrolladora Nakheel que construye las islas.

Desde un punto de vista social y humanitario, Dubai tampoco hace un muy buen papel. Los trabajadores, por ejemplo, son pagados no conforme a sus calificaciones sino a su nacionalidad (la mayoría viene del sur y sureste de Asia) y sus condiciones de vivienda son deplorables, paradójicamente ya que ellos se dedican a construir viviendas de fantasía.

Por más fantástico e impresionante que sea el desarrollo de esta ciudad, debemos reconocer que es hechiza y las consecuencias de este proceso son negativas. Dubai es una urbe donde hay más trabajadores de construcción que ciudadanos y sus condiciones de trabajo rayan en el esclavismo y en un sistema casi feudal donde se utiliza la raza de una persona para determinar su pago. Por tanto, se ha convertido en una sociedad jerárquica y totalitaria. Se ha convertido también en un lugar donde la velocidad de crecimiento es insostenible y desconsiderada del medio ambiente, y donde talvez, casi por primera vez en la historia, los causantes del cambio climático sean los primeros en sufrirlo.