miércoles, 5 de enero de 2011

Inseguridad y Estancamiento

Se pretende en este espacio abrir un diálogo en la Ciudad y Estado de Zacatecas que suscite el análisis y debate inclusivo y democrático a nivel social y urbano con el cual se pueda promover y exigir un desarrollo saludable en nuestras zonas urbanas y rurales. Con tal propósito y con el comienzo de un nuevo año y gobierno, parece ideal revisar algunas de las propuestas públicas planteadas para este 2011 y para este sexenio. Por parte de la Secretaría de Planeación y Desarrollo Regional, se lanzó en noviembre del año pasado una iniciativa o convocatoria abierta para formular el Plan de Desarrollo 2011-2016, el cual debe enfocarse en cinco temas centrales: seguridad; democracia; producción y competitividad; innovación y tecnología; y justicia. El análisis de lo necesario para triunfar en el desarrollo de cada uno de estos ejes, así como los faltantes de dicha propuesta debe ser minucioso y extenso; por tanto, se muestra trascendental en estos momentos de nuestra historia el realizar este estudio para la positiva influencia y correcta implementación de futuras políticas públicas en nuestra capital y estado.

La seguridad es un tema central en nuestro país hoy en día; la falta de seguridad pública en las entidades de nuestro estado ha alterado de manera importante el desarrollo de Zacatecas, ya de por si deficiente, así como la vida y realidad diaria de sus ciudadanos. La pobreza extrema que afecta hoy en día a casi la mitad de los zacatecanos y la falta de oportunidades han dejado sin alternativa a miles de jóvenes que no encuentran otra salida que unirse a las filas del crimen organizado, donde sí hay trabajo, acrecentando así su fuerza titánica y sin precedentes. No puede entonces más que reconocerse que gran parte de este estallido social se debe a la falta de justicia social que hemos sufrido por décadas. Si a este hecho se le suma la evidente y penosa corrupción policiaca y oficial, nuestro panorama a futuro se anuncia poco prometedor.

Ejemplos cercanos y recientes sobran, llámese policías involucrados en levantones, asesinatos, o colusiones con el crimen organizado; cómo olvidar a los cazadores levantados y ejecutados en nuestro estado el mes pasado. Las extorsiones policiacas y los narco-retenes son otras realidades que han existido ya desde hace años. En el pasado las carreteras, vías esenciales para el comercio, la comunicación y el desarrollo de una región, eran invadidas por policías federales en épocas vacacionales en la búsqueda de mordidas a turistas nacionales y extranjeros. Hoy, tanto las autopistas como las carreteras federales se muestran desoladas y libres para que el crimen organizado las ocupe a su antojo, creando así una psicosis generalizada que nos impide transitarlas, tanto a los ciudadanos, como a los visitantes y comerciantes. Y qué decir de las decenas de negocios en diferentes puntos de nuestro estado que han tenido que cerrar o han quebrado debido a los narco-impuestos sin que las autoridades estatales hagan nada al respecto.

Mientras tanto, actividades como el turismo que inundaba nuestra región en las temporadas apenas pasadas se redujo hasta casi desplomarse. La belleza y calidez de nuestro estado fue desperdiciada ya que muchos connacionales que viven dentro y fuera del territorio nacional decidieron no visitar sus tierras por miedo a la inseguridad, desapareciendo así la derrama económica anual que se vacía debido a estas visitas que tanto necesita el estado como parte de su actividad y desarrollo.

Reconociendo que estas problemáticas requieren de reformas profundas y federales, qué es lo que debe hacerse a nivel local y estatal. Empleo y educación son dos temas centrales a tratar, aunque parezcan paralelos o indirectos al tema de inseguridad. Una sociedad preparada e instruida podrá con mayor éxito aprovechar y crear oportunidades en su entorno, lo cual a su vez podrá propiciar inversión y crear empleos permanentes que gocen de un mejor salario. Por tanto, el presupuesto dirigido a temas como educación y seguridad social así como al combate frontal a la pobreza y la marginación darán cabida a un desarrollo estatal más saludable, con menos problemática social y por ende más seguro.

Aunado a esto, existen decenas de demandas poblacionales a atender. En esta rendición de cuentas se tendrá que poner especial ímpetu en temas como la lucha contra la corrupción, el respeto pleno a los Derechos Humanos y la transparencia. Bajo estos principios, la garantía de la seguridad pública, la procuración e impartición de justicia, la contención de la actividad delincuencial y la prevención del delito serán indudablemente más fáciles de lograr. Se necesitará, por supuesto, implementar una estricta selección de personal para las corporaciones policiacas y reformas que fortalezcan el estado de derecho. Pero por sobre de todo, se necesitará también la participación activa de la sociedad civil para lograr la creación y reestructuración de un estado más seguro. Aquí se presentan solamente ideas elementales que deberán enriquecerse y completarse con la opinión y la colaboración de todos los zacatecanos; la indiferencia ciudadana y el relegar éstos diálogos y análisis únicamente a nuestras autoridades ya no tiene cabida en nuestro mundo moderno.

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