lunes, 19 de abril de 2010

Los barrios bravos

“Ahora que lo miro desde aquí, somos los mismos que hemos sido siempre, nacemos, morimos y volvemos a nacer, nos vamos para repetirnos en los que se quedan, y somos los mismos…Siempre.” Mario López, tepiteño

Recuerdo cuando se establecieron los mercados en esta zona de Tepito y la Lagunilla como por mil novecientos…a principios. Eran parecidos a los de hoy, sobre todo si los veías por encimita desde alguna azotea, puros techos de madera y de lámina amontonados y cubriendo puestos de verduras, carnes, nieves, semillas...bueno ahora son lonas amontonadas pero cubren lo mismo. Me acuerdo que nosotros como chavales éramos los únicos que pasábamos por los recovecos, entre los puestos y las piernas de la gente, porque era un gentío; no se podía pasar por ningún lado.

Mi abuelo me contaba que La Lagunilla estaba sobre una pequeña laguna que existió antes de que llegaran los españoles, y que por eso se llamaba así y que junto con Tepito, barrios indios los dos, fueron convertidos en los primeros arrabales de la ciudad. Algún maestro también me contó que Tepito significaba en náhuatl “el ombligo del mundo”, otro decía que “pequeño templo o capilla”. Quién sabe cual sea cierta, yo me quedo con la de “el ombligo del mundo” pero se cuentan muchas historias de estos rumbos, entonces, vaya uste a saber. También he escuchado decir que México es el Tepito del mundo, y yo creo que si es cierto por que ser tepiteño para mí significa ser bien mexicano.

Creo que este barrio es fuerte, es bravo, es resistente. Resistente a la miseria desde que vinieron los españoles y desde entonces estamos en medio de una ciudad de palacios. Nos destacamos porque somos producto de la crisis; aquí la gente la hace de todo: cocinero, comerciante, taxista…hasta licenciado. Estos barrios son roperos de los pobres y ¡criaderos de campeones! De aquí han salido muchos grandes, todo el mundo lo sabe. Nos enorgullecemos de nuestros boxeadores, luchadores como todos los que vivimos aquí. Cómo olvidar al Ratón Macias, al Temo y a el Santo, excelentes deportistas.

A claro que aquí somos gandayas también, así nos criamos. Pero pues así son las cosas. Si nosotros nos vamos a las zonas ricachonas de la ciudad en pleno día, nomas a pasear, pos nos ven feo, como para abajo y hasta nos corren. Y pues si esa gente viene aquí y se apendeja pues si le pueden dar bajín o de menos lanzar algún albur o peladez. Pero pues tampoco es para tanto, no es que nos guste tener mala fama porque si no pues se nos va la clientela y la chamba…pos nomas hay que tener cuidado y no llamar mucho la atención.

¿Droga? ¿Alcohol adulterado? ¿Que si se vende aquí? Aquí se vende de todo lo que el cliente quiera o necesite, pues si para eso estamos. Por eso la piratería, pues claro que es un delito pero pues muchos de los que compran aquí no tienen pa’ comprarse una película más que de diez pesos o unos pantalones de cien y una camiseta de treinta. Aquí se vende a ese precio para el mexicano promedio. Y si no pagamos impuestos es porque no sentimos que el gobierno nos de mucho a cambio, nosotros nos rascamos con nuestras propias uñas y no le respondemos a nadie. La verdad es que hemos establecido tradiciones y comercios muy bonitos, como el mercado de muebles y el de antigüedades de la Lagunilla. Por ahí se pasean hasta políticos y artistas.

Y pues sí, también hay gente peligrosa por aquí y con negocios malos, todos sabemos quiénes son, cómo se llaman y hasta donde viven; las autoridades también los conocen y a veces hasta los protegen. Es gente poderosa; Tepito es un barrio poderoso porque se mantiene unido, no nos conviene separarnos, con decirle que hasta tenemos negocios directos con China, logramos lo que ni el gobierno ni los empresarios formales pueden. Si usted va al metro va a ver puro Chinito vendiendo pero también nosotros tenemos de nuestra gente vendiendo allá al otro lado del mundo, ¿apoco a usted no le da orgullo?

Y pues a quien no le enorgullezca pues ni modo, de cualquier manera así es. Somos un producto de México, somos parte de México, somos México, le guste a quien le guste. Y no nos vamos a ir a ningún lado, aunque a muchos les gustaría desaparecernos, no nos vamos. A ver, nomas que intenten pa’ ver de a cómo nos toca.

Talvez hubo un tiempo en el que todos hubiéramos querido salir del barrio a estudiar, a “superarnos”…pero esta cabrón. Aquí estamos muy bien, somos comerciantes, y de los mejores, ya encontramos como vivir bien sin ayuda de nadie, para qué buscarle por otro lado. ¿Cuál es nuestra opción? Irnos a morir a la frontera o ganar tres pesos limpiando baños ajenos, ¡no señor!, yo aquí me quedo, por eso aquí me quedé toda la vida. Le puedo asegurar que ni graduados nos va tan bien, cuanto profesionista desempleado.

Puede ser que si hubiera tenido hijos pensaría diferente, pero de ningún modo dejaría de tenerle lealtad a este lugar. Aquí están mis amigos, esta es mi identidad. Talvez con una hija le hubiera pensado dos veces, si que este no es lugar para una damita. Pero de todos modos la traería de vez en cuando, como a la fiesta de la Santa Muerte en Noviembre y nuestra fiesta patronal del barrio en Diciembre. Le contaría del León disecado en la Lagunilla que si uno le tocaba la melena este le daba fuerza a uno para lo que fuera, hasta que tuvieron que raparlo por que la gente le arrancaba disimuladamente el cabello…Uno no puede darle la espalda a este lugar, ni por todo el dinero del mundo, por que por estos rumbos se vende todo, menos la dignidad.

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