martes, 26 de junio de 2012

1ero de Julio del 2012

Sé que para muchos, lo que comparto en materia política y social puede parecer excesivo. Lo hago por lo trascendental que para mí resulta, particularmente en estos momentos. Si en el 2006 me encontraba increíblemente nerviosa por las elecciones, en estos momentos me sorprende mantenerme de pie y con esperanza, ya que el triunfo de la izquierda el 1ero de Julio tiene poderosos opositores. 


Sin embargo, me mantengo en la lucha porque tengo la firme convicción de que aunque parezca que hemos tocado fondo como nación, si EPN llega a la presidencia las cosas seguirán empeorando, lo cual me duele y preocupa profundamente. Si con todas las trampas electorales que han tenido y tendrán lugar el próximo domingo, como las que me tocó presenciar en los pasados comicios del Estado de México, ganara AMLO, nuestro país no cambiará de la noche a la mañana, pero estoy segura que poco a poco y con mucho esfuerzo de todos, podríamos vislumbrar un mejor futuro.

Si algo me da esperanza de que los mexicanos recapacitemos y le demos nuestro voto y confianza a López Obrador es su gabinete y algunos personajes que han comenzado a rodearlo. Los hijos del reconocido líder panista Manuel Clouthier son sólo dos ejemplos, aparte de intelectuales, académicos, escritores y artistas, que saben que no hay más opción para el bien de nuestro país que la izquierda. Una izquierda como la de Brasil, que todos han alabado, pero ni PRI ni PAN han seguido políticas como las que sacaron a millones de Brasileños de la pobreza para moverlos a las clases medias y reactivar de forma impresionante con ello la economía de este país sudamericano.

No me queda más que soñar en esta ciudad de la esperanza, donde es más fácil creer que un cambio verdadero es posible. Sé que por mi parte no queda mucho por hacer en materia electoral estos próximos días, pero seguiremos en una lucha constante por la mejora y el despertar del país. Y fuera de broma o eslogan electoral, el cambio sí está en nuestras manos, nadie más podrá redimirnos.

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